
Por Magda Trillo
¿Se puede dar una respuesta global, desde el trabajo social, a los desafíos que suponen la movilidad humana y las migraciones? ¿Hacia dónde camina Europa? ¿Cómo están evolucionando los sistemas de protección social en países que históricamente han sido todo un ejemplo como Suecia?
Investigadores del proyecto Global-ANSWER, liderado por la Universidad de Granada dentro del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, están desarrollando este verano un trabajo de campo, análisis e intercambio de experiencias en Suecia a iniciativa de la asociación Agape @S:t Thomas. La profesora Norma Montesino, de la Universidad de Lund, está coordinando la experiencia en una doble dirección: con un enfoque reflexivo crítico sobre el progresivo desmantelamiento que se está percibiendo en el sistema nacional y internacional de protección social y, de una forma más específica y constructiva, con una profundización en la realidad de los países escandinavos desde las experiencias académicas y cotidianas de Malmö y Lund.
Teresa Gijón, Antonio Lozano, Ainhoa Rodríguez, Victoria Aragón y Magdalena Trillo se han desplazado a Lund este mes de julio desde Granada en una primera fase del proyecto junto a Raquel Caro, de la Pontificia Comillas de Madrid; en agosto se incorporará la profesora Carmen Lizárraga, también de la UGR, y en septiembre también se sumarán a la iniciativa técnicos del Ayuntamiento de Granada que forman parte de la red Global-ANSWER.
En un encuentro organizado en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Lund, los investigadores tuvieron la oportunidad de conocer las tensiones que se están produciendo en el sistema de protección social sueco desde el conocimiento de la profesora Montesino, refugiada de Chile en los años 70 y testigo durante casi medio siglo de la evolución de las estructuras y resortes de protección. En este sentido, fue muy crítica por los sesgos y el discurso del odio hacia la migración que también en Suecia está imponiendo la ultraderecha y por el preocupante proceso de desmantelamiento del Estados del Bienestar que se está produciendo con una progresiva externalización de servicios. Puso como ejemplos desde el grave problema de acceso a la vivienda a los recortes en el sistema de pensiones público pasando por la paulatina privatización en el servicio sanitario, en guarderías y en centros de atención a mayores y personas vulnerables.
Si bien subrayó que estamos en un país con unos resortes y unas infraestructuras que siguen siendo excepcionales en el contexto europeo, se mostró muy preocupada por la progresiva pérdida de derechos en Suecia, la segregación que se está produciendo en las ciudades entre migrantes "de primera y de segunda" y la excesiva burocratización y fiscalización que están marcando todos los procesos.
Sobre cuál debe ser hoy el rol del trabajador social, cómo desenvolverse en un contexto cada vez más digitalizado y condicionado por los "algoritmos" y la burocracia, fue uno de los temas de mayor debate entre los investigadores desde una doble visión: la evolutiva de lo que ha sido en Europa la construcción del Estado del Bienestar y el punto de tensión y cuestionamiento en el que se encuentra en estos momentos, así como el contraste de las realidades de los tres países objetos de estudio en el proyecto Global-ANSWER (España, Italia y Suecia).
En este sentido, conectando con el desafío de identificar "buenas prácticas" de atención social que sean aplicables y extrapolables a otras realidades, Norma Montesino quiso rescatar uno de los puntos de consenso que unas semanas antes se pusieron de manifiesto en Granada durante el desarrollo de una Summer School a iniciativa del Instituto de Migraciones: "Empatía, espacio y tiempo; resulta paradigmático que sean los propios trabajadores sociales los que reivindiquen algo tan básico como la humanidad, la atención cercana y cómplice, con los migrantes".

A critical look at the social protection system in Sweden
Can a global response be given, from social work, to the challenges posed by human mobility and migrations? Where is Europe headed? How are social protection systems evolving in countries that have historically been exemplary, such as Sweden?
Researchers from the Global-ANSWER project, led by the University of Granada under the European Union’s Horizon 2020 program, are conducting fieldwork, analysis, and exchange of experiences in Sweden this summer, initiated by the Agape @S Thomas association.
Professor Norma Montesino from Lund University is coordinating the experience in a dual direction: with a critical reflective approach on the progressive dismantling perceived in the national and international social protection system and, in a more specific and constructive manner, with an in-depth look at the reality of Scandinavian countries from the academic and everyday experiences of Malmö and Lund.
Teresa Gijón, Antonio Lozano, Ainhoa Rodríguez, Victoria Aragón, and Magdalena Trillo traveled to Lund this July from Granada in the project's first phase, along with Raquel Caro from Pontificia Comillas University of Madrid; in August, Professor Carmen Lizárraga from UGR will join, and in September, technicians from the Granada City Council, part of the Global-ANSWER network, will also participate in the initiative.
In a meeting organized at the Faculty of Social Work at Lund University, researchers had the opportunity to learn about the tensions in the Swedish social protection system from Professor Montesino, a refugee from Chile in the 1970s and a witness for almost half a century to the evolution of protection structures and mechanisms. She was highly critical of the biases and hate speech towards migration being imposed by the far right in Sweden and the concerning dismantling of the Welfare State through the progressive outsourcing of services. She highlighted examples such as the severe housing access problem, cuts in the public pension system, and the gradual privatization of healthcare services, nurseries, and centers for the elderly and vulnerable people.
While emphasizing that Sweden still has exceptional mechanisms and infrastructures in the European context, she expressed deep concern about the progressive loss of rights, the segregation occurring in cities between “first-class and second-class” migrants, and the excessive bureaucratization and oversight marking all processes.
The role of social workers today, especially how to operate in an increasingly digitalized context conditioned by “algorithms” and bureaucracy, was a major debate topic among researchers. This debate was seen from a dual perspective: the evolutionary one, reflecting on what the construction of the Welfare State in Europe has been, and the tension and questioning point it currently faces, as well as contrasting the realities of the three countries studied in the Global-ANSWER project (Spain, Italy, and Sweden).
In this regard, connecting with the challenge of identifying “good practices” in social care that are applicable and transferable to other realities, Norma Montesino highlighted a consensus point that emerged a few weeks earlier in Granada during the development of a Summer School initiated by the Institute of Migrations: “Empathy, space, and time; it is paradigmatic that social workers themselves advocate for something as basic as humanity, close and sympathetic care for migrants.”